Roberto Echen

Roberto Echen: “No creo en la oposición virtual-real”

22 sep 20

Roberto Echen es artista visual y net-artista (www.rechen.com). Es curador de artes visuales del Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) de Rosario, director del Departamento de Agenciamientos Artísticos de la Secretaría De Cultura de la Municipalidad de Rosario y docente e investigador (Categoría 3) de la Universidad Nacional de Rosario. Es autor del libro Es contemporáneo? Ars auro gemmisque prior, entre otros. Se suma al ciclo “#Signos2020: nuevos tiempos, ¿nuevas palabras?” con la palabra “virtual”.

 

Por Roberto Echen

  

No creo en la oposición virtual-real.

 

Esta experiencia de la sustitución de las reuniones presenciales por las remotas estaría demostrando que ―como tantas dicotomías― esta oposición pertenece a un tipo de pensamiento inercial (metafísico, aun) que hoy estaría llegando a su clausura (para decirlo en términos derridianos). Creo que los fundadores de Pirate Bay lo dejaron muy claro en uno de los tramos del juicio por (justamente) piratería que les iniciaron las grandes discográficas (y que ellos terminaron ganando).

 

Lo que nos ha demostrado esta modalidad de reunirnos (sobre todo en actividades como la docencia, que me involucra) es que no habíamos experimentado ni siquiera mínimamente las posibilidades que habilita y que este forzamiento nos hizo explorar y descubrir.

 

No creo en las sustituciones.

 

Cuando dije “sustitución” más arriba, me refería a este reemplazo temporal, no a una sustitución de una cosa por otra (aunque somos ―en esta cultura de la banalidad de masas― bastante afectos a pensamientos facilistas de obsolescencia). La profecía respecto de la muerte del libro ante la irrupción de modos digitales de lectura muestra lo unilateral de semejantes discursos y lo unidimensional de cierto pensamiento  que no es capaz de abordar las multiplicidades de eso que falaz y tranquilizadoramente se suele denominar “hechos”. Lo que ocurrió en su lugar fue que el libro (como objeto físico impreso) experimentó ciertos cambios que lo llevaron a lugares cualitativos que antes difícilmente había transitado: la emergencia de sus cualidades visuales como objeto, la comprensión de que la lectura no está en la captación de un “texto” (en sentido restringido) sin formato, sino por el contrario la lectura (en sentido activo) opera en todos esos registros a la hora de experimentar un texto: brevemente, lo que Barthes llamaría el placer del texto haciendo su aparición desde lugares de abordaje muy distintos si lo que tengo en mis manos es ese objeto impreso o una tablet, celular o estoy delante de una PC.

 

El abrazo y el beso, el contacto y la multitud no son reemplazables porque somos cuerpos que no existen sin el otro (lis otris). Tampoco lo “virtual” (lo “remoto” me parece más correcto) como castigo pandémico, sino como otras posibilidades de encuentro que habilitan otros modos de vincularse.

 

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