Relatoría del IV Seminario «Violencias urbanas, comunicación e imaginarios colectivos» (parte II)
24 ene 23
Por Tomás Viú.
El tercer y último panel del seminario organizado por Fundéu Argentina puso el foco en las posibilidades que ofrece la práctica periodística para generar transformaciones sociales a partir de investigaciones serias, rigurosas y con evidencia.
Javier Drovetto* compartió, durante su exposición, las principales características del periodismo de soluciones, algunos ejemplos de coberturas periodísticas desde este enfoque y diversos fundamentos que lo vuelven sano y necesario en un contexto donde reinan las malas noticias. El periodista citó un dato particular del Reuters Institute, cuyo informe fue analizado pormenorizadamente por Andrés D´Alessandro el primer día del seminario: el 38 % de las personas consultadas en esa encuesta dice que esquiva deliberadamente las noticias: «Una de cada tres personas evita lo que nosotros producimos». Y prendió las alarmas: «No preocuparnos de ese porcentaje tan alto es no querer ver un problema sustancial. Cuando hacemos zoom sobre ese dato, vemos que el 50 % las evitan por exceso de negatividad, porque los agota, les baja el ánimo, les genera impotencia».
Al intentar desentrañar el estado de situación del periodismo y los consumos de las audiencias, Drovetto apuntó a la formación profesional que con una alta cuota de cinismo históricamente se encargó de recalcar que «cuanto peor, mejor; cuantos más muertos, será más leído». Recordó que los primeros ejercicios, cuando empezó a estudiar periodismo, tenían que ver con aprender que en una noticia lo primero que se cuenta son los muertos. «La práctica periodística nos genera un hábito y tendemos a buscar siempre lo peor. Cuando recibimos un reporte de x evolución de algún indicador en las provincias, buscamos cuál es la que peor está». Luego aclaró que el periodismo de soluciones puede y debe convivir con las crónicas de lo que pasa en la realidad en términos negativos.
La definición que propone la Red de Periodismo de Soluciones dice que esta práctica «es la cobertura rigurosa de las respuestas a problemas sociales extendidos». La cobertura se basa en la evidencia seria y medible de esas respuestas. Por eso Drovetto no dudó en afirmar que todos los y las periodistas en algún momento han hecho periodismo de soluciones. «Estás contando con rigurosidad periodística cómo alguien, que puede ser una persona, una organización o el Estado, está atendiendo un problema con algún grado de éxito».
Drovetto se encargó de remarcar que este enfoque no propone soluciones plenas y que incluso se deben detallar en las coberturas las limitaciones de las experiencias narradas. Los pilares que sostienen este tipo de periodismo son la solución como eje narrativo y la evidencia de resultados. Al tener que contar en detalle cómo alguien está atendiendo un problema social grave, es inevitable que explique bien el problema. Por eso, se refirió a la utilidad que puede tener esta perspectiva para las comunidades.
Acerca de uno de los criterios de noticiabilidad enseñados por las escuelas de periodismo, aquel que indica que para que un hecho sea noticiable debe romper con la normalidad, Drovetto se preguntó qué sucede cuando la normalidad es el crimen.«En determinados sectores la normalidad pasó a ser la desigualdad y la pobreza. ¿Debería ser noticia que durante un mes no haya crímenes?», interpeló a la audiencia. En este sentido, cuando todos los días se cubre el mismo problema y de la misma manera, el periodismo de soluciones ofrece una herramienta distinta, planteó el periodista. Incluso, se termina configurando una lectura universal, porque al investigarse problemas sociales extendidos, el periodismo de soluciones permite abordar realidades de otras ciudades, de otras provincias y de otros países.
Drovetto compartió algunos ejemplos de coberturas que han venido realizando en la sección «Comunidad» del diario La Nación. Y ya sobre el cierre de su ponencia, enumeró cinco puntos respecto a por qué es necesario o al menos interesante incorporar este enfoque en la caja de herramientas: permite contar un mundo más parecido al real (no está todo mal todo el tiempo); activa ciudadanía y permite a los ciudadanos tomar decisiones informadas, además de que conecta muy bien con las audiencias que tienen poca confianza en los periodistas; es un periodismo inclusivo y feminista (no muestra a las mujeres vejadas, asesinadas, vulneradas, discriminadas); ayuda a revincular al periodismo con el hecho de prestar un servicio; es necesario porque es buen periodismo.
*Diplomado en Periodismo y Educación (Universidad Torcuato Di Tella) y especialista en periodismo de soluciones. Es editor de comunidad de La Nación. Es expositor, mentor y facilitador en la Fundación Gabo, donde ha realizado talleres y mentorías en proyectos periodísticos con enfoque de soluciones para becados en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua (edición 2020 y 2021) y en el Laboratorio de Periodismo de Soluciones para medios de México (2021).
Juan Chiummiento*, cuya exposición sucedió de manera virtual, compartió el trabajo que realizó para el diario La Capital con el caso de las quemas en las islas del delta del Paraná. Las notas publicadas en el diario en agosto y septiembre de este año generaron una reacción desde el Estado. El expositor socializó este hecho para señalarlo como una muestra cabal de que el periodismo puede brindar soluciones a la sociedad.
En una primera instancia, contó el mecanismo por el cual solicitó información pública sobre las explotaciones agropecuarias registradas en la zona de islas frente a la ciudad de Rosario correspondientes a la jurisdicción de la localidad de Victoria, Entre Ríos. Chiummiento aclaró que el mecanismo de solicitar información pública está disponible para cualquier ciudadano que requiera datos oficiales sobre algún tema determinado.
Una vez que pudo acceder a la información relativa a los establecimientos agropecuarios, pensó la manera de volcar esa información para que genere impacto y resulte de interés para la población. La iniciativa fue crear, a través de una aplicación, un mapa interactivo que detalla la extensión y los dueños de cada uno de los establecimientos agropecuarios. Esos datos fueron combinados con las informaciones aportadas por los mapas satelitales de la NASA que muestran las superficies quemadas en tiempo real.
La repercusión que tuvo la publicación de este mapa interactivo hizo que el propio ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación se hiciera eco de la situación. Pero además, a partir de la indagación acerca de los propietarios de las explotaciones agropecuarias y las zonas incendiadas, esta producción periodística permitió visibilizar algunas implicancias políticas alrededor de las quemas en las islas. Chiummiento remarcó que el Gobierno de la provincia de Entre Ríos aparecía en los registros como dueño de 76 establecimientos agropecuarios. Nuevamente, fue a partir de la investigación periodística que el propio Gobierno de Entre Ríos supo de estas informaciones.
Otro dato relevante que el periodista relató durante su exposición fue el hecho de que en cinco años había aumentado casi un cincuenta por ciento la cantidad de ganado en las islas. Ese período temporal coincidía con el aumento de las quemas.
Este caso generó un efecto de agenda por el cual funcionarios y medios de comunicación comenzaron a poner el tema sobre la mesa. Incluso llegando al punto de que el Gobierno de Entre Ríos modificó, a través de un decreto, el manejo de sus tierras fiscales: la órbita que manejaba estas tierras pasó del Ministerio de Producción a la Secretaría de Ambiente con el objetivo de regularizar la situación de los terrenos para que se realicen actividades ambientalmente sustentables. Dijo Chiummiento: «A raíz del trabajo que realizamos a través de un pedido de acceso a información pública, logramos transformar esa información en un elemento de análisis para que el Gobierno de Entre Ríos pueda generar este decreto».
*Periodista. Es cronista y redactor en La Capital de Rosario, especializado en política, economía y negocios. Es colaborador en Diálogo Chino de Londres, con foco en agricultura, tecnologías e infraestructura. Ha publicado en Tiempo Argentino, El Cronista, Chequeado, Punto Biz, Rosario 3 y El Litoral de Santa Fe, entre otros medios de comunicación. Recientemente construyó un mapa interactivo sobre los incendios del delta medio del río Paraná.
Jorgelina Hiba* empezó su exposición refiriéndose al contexto de 2020 en el cual se dio la coexistencia de las fases más estrictas de la pandemia de Covid-19 junto con la quema desmesurada de los humedales del delta del Paraná. «Mientras estábamos en la fase 1 de la pandemia veíamos que se incendiaba todo el delta del río Paraná, al punto de que hoy tenemos aproximadamente la mitad del territorio del delta que se quemó». En este sentido, su especialización con la cobertura periodística de temas ambientales la llevó a hablar y entrevistar a pobladores, productores, autoridades, organizaciones, jueces, fiscales y médicos.
En segundo lugar, Hiba se refirió a los nuevos vectores que se abrieron a la hora del tratamiento de la información en relación con las quemas. «En 2008, cuando ocurrieron quemas de enorme magnitud también en el delta, no se abordó el fenómeno como un tema socioambiental ni desde los medios, ni desde la sociedad civil, ni desde la política ni desde la Justicia. No usamos esa lupa para mirar ese problema social».
Hiba destacó que el periodismo de soluciones es el rótulo con el que aparece una práctica que se hace con las herramientas clásicas del periodismo: buscar varias fuentes; contrastarlas; tener la voz de los organismos ambientales, de las organizaciones, de la gente que está en el lugar. «Si nos aferramos a las viejas prácticas del periodismo (preguntar, escuchar, cruzar fuentes, corrernos del lugar de la opinión) termina siendo algo muy parecido al periodismo de soluciones».
Así como durante las dos jornadas del seminario se habló mucho de la crisis de violencia, Hiba se refirió a la crisis socioambiental actual. Frente a ese panorama adverso, el planteo fue invitar a pensar cómo hacer desde el periodismo para no transmitir únicamente el aspecto negativo de los hechos y los fenómenos sociales. «Cómo hacemos cuando lo que escuchamos es incendio, humo, contaminación, problemas respiratorios, pérdida de biodiversidad, calentamiento global», interpeló la periodista. «Todo es cierto, pero también es cierto que si solo transmitimos el problema reiteradamente, termina siendo expulsivo. No queremos generar una psicosis o situación de pánico social».
Hiba sostuvo que el periodismo de soluciones aparece como una alternativa que permite contraponer experiencias propositivas frente a eventos como la crisis hídrica, la bajante extraordinaria, la erosión de los suelos por el modelo agroindustrial. Además, hizo mención a la posibilidad que ofrecen las redes sociales para acceder a expertos, organizaciones, científicos y medios, acceso que hasta hace pocos años era más restringido. «La idea es poder bajar lo que está pasando en todo el mundo a lo local, regional, nacional o sudamericano. Tenemos problemas acá y ahora. Está impactando y vamos a intentar contar eso».
Durante su intervención en el panel, Hiba compartió algunas coberturas que le tocó hacer sobre proyectos y experiencias novedosas en relación con temas ambientales, territoriales, sociales y culturales. «El periodismo de soluciones implica realizar coberturas de cuestiones que ya se estén ejecutando y que funcionen», explicó, mientras agregó que también deben ser experiencias escalables, es decir, que se puedan replicarcon sus particularidades en otros lugares del país o en otras regiones.
*Licenciada en Ciencias Políticas (Universidad de Ginebra, Suiza). Es periodista especializada en ambiente y en temas agropecuarios. Es editora de la web de noticias ambientales Dos ambientes y colaboradora en medios de comunicación locales, nacionales e internacionales, como Aire de Santa Fe, La Nación, Infobae, La Capital de Rosario y Diálogo Chino. Es columnista de temas ambientales en Radio Universidad, de la Universidad Nacional de Rosario.
El cronograma del seminario planteó, además de los tres paneles relatados con las ponencias de las y los trabajadores de prensa e investigadores, dos sesiones con mesas de trabajo en las que se generaron debates e intercambios intensos entre los participantes del seminario. Quienes asistieron a las dos jornadas desarrolladas en la Biblioteca Argentina de Rosario compartieron diversos aportes e interpelaciones acerca del trabajo periodístico; las formas de producción, generación y circulación de las noticias, y los desafíos que la época le impone al violento oficio de escribir.
Algunos de los tópicos que sobrevolaron las mesas de trabajo tuvieron que ver con la precarización laboral, el derecho a la información, la ética y el poder de resistencia y transformación protagonizado por las y los trabajadores de prensa que habitan en los intersticios de las redacciones pertenecientes a grupos mediáticos concentrados que determinan lo que se informará y de qué manera.
Otros ejes planteados en las mesas de trabajo tuvieron que ver con la lógica despótica del clic, la dinámica de las plataformas, las métricas y la circulación del periodismo en el mar actual de contenidos y ofertas de bienes y servicios. En ese marco, se debatió sobre el rol de las y los periodistas en la sociedad, y se discutió acerca de las particularidades del proceso artesanal del trabajo con la información. Algo que sobrevoló en estos intercambios fue el desafío que supone el descreimiento y la acción recurrente de las audiencias que evitan las noticias.
En las jornadas participaron los periodistas Nicolás Maggi y Ricardo Robins, autores de dos de los trabajos periodísticos premiados recientemente en el prestigioso Festival Gabo. Maggi, con su pódcast La segunda muerte del Dios Punk, y Robins, con su crónica escrita «El polizón y el capitán», obtuvieron el Premio Gabo en las categorías audio y texto, respectivamente. Compartieron con el resto de los asistentes diversas cuestiones vinculadas con la producción de estas piezas periodísticas.
Los consumos culturales, las posibilidades que ofrece el periodismo de soluciones, la construcción de la noticia y los desafíos para no caer en discursos cristalizados y dicotómicos también fueron ejes debatidos. El lugar de la crónica policial, el tratamiento y el abordaje, la necesaria complejización de la tarea periodística y el trabajo con el tiempo terminaron de configurar la nutritiva instancia de diálogo y socialización de saberes y experiencias.