Jorgelina Hiba (Paraná Extremo)

Relatos del Paraná: de lo local a lo global

04 dic 24

Jorgelina Hiba explica la génesis del proyecto Dos Ambientes y del especial Paraná Extremo, un trabajo periodístico que explora los impactos humanos sobre el río, combinando imágenes, videos e investigación.

Por Juan Mascardi 

 

―¿Cómo nace el sitio Dos Ambientes?

―El sitio de noticias socioambientales www.dosambientes.net nació como un proyecto propio, después de mi desvinculación del diario La Capital, donde trabajé durante 13 años. Como muchos otros proyectos periodísticos, tuvo y tiene altibajos, sobre todo por el escenario permanente de inestabilidad argentina, que vuelve muy difícil sostener emprendimientos de muy pequeña escala en el tiempo.

Aún así, sigue vigente e intento (cuando me queda tiempo de los otros trabajos) actualizarlo y mejorarlo. Es un micrositio cuyo objetivo inicial fue aportar información socioambiental local y regional, con curiosidad global.

―¿Contó con alguna financiación para su desarrollo?

―Durante el año 2023, gracias a un financiamiento externo de Meta/Adepa, pude ampliar el grupo de trabajo y realizar, junto con dos amigas y colegas (Celina Mutti Lovera y Carina Bazzoni), un producto anexo al que llamamos «Grado y medio» (el nombre refiere al umbral de aumento de temperatura promedio global de la Tierra que no deberíamos superar), que quedó plasmado a través de tres materiales audiovisuales sobre temas de sustentabilidad que circularon en redes y que están alojados en Youtube, en su formato más largo.

Sostener el sitio activo es muy difícil. Me ha costado y me sigue costando mucho lograr financiarlo y que se convierta en una fuente de ingresos sustentable, por lo que solo puedo dedicarme a eso cuando tengo tiempo de los otros trabajos. En lo ideal, me gustaría que ese fuera mi trabajo principal. En lo real, no lo he logrado. No pierdo las esperanzas, a pesar de todo.

 

―También desarrollaste el proyecto de Paraná Extremo. ¿De qué se trata y cómo surgió?  

―El proyecto nace a partir de una invitación para conversar sobre el momento socioambiental de la región en un taller con participantes de varias partes del mundo, que se hizo en una ciudad de Noruega en mayo de 2024. A partir de esa invitación, comencé a pensar en un trabajo que intentara sintetizar las muchas notas periodísticas que, desde 2017 hasta ahora, vengo haciendo sobre temas relacionados con los usos humanos del Paraná y sus impactos sobre el ecosistema. La idea que desde el principio pensamos con mi compañera Celina Mutti Lovera fue hacer un artículo largo en soporte digital, que estuviera acompañado de fotos, un video y algunas ilustraciones. Lo publicamos en formato digital en mayo de este año. También salió una versión reducida en una web de noticias global llamada Diálogo Planetario.

―¿Cuál es la necesidad que surge de relatar las historias circundantes al río Paraná, que muchas veces quedan fuera de la agenda de los medios tradicionales?  

―Creo que las historias relacionadas con el río Paraná son muy importantes por motivos que van desde lo geográfico e histórico hasta lo económico y, por supuesto, lo social y cultural. Toda esta región se define en torno a los usos del río, que desde siempre está en nuestra identidad y durante mucho tiempo (quizá incluso ahora) consideramos un recurso infinito. Poder ver este paisaje desde un registro socioambiental, con sus tensiones y su abanico enorme de beneficios ecosistémicos, me parece clave para entender mejor el lugar donde vivimos y el momento de la naturaleza que nos rodea y define. Creo también que en los últimos años, sobre todo por la enorme crisis de quemas del ciclo 2020-2023, los medios de la ciudad de Rosario y de la región en general tomaron el tema con una cobertura bastante amplia. Finalmente, creo que también falta una mirada o unas «gafas socioambientales» a la hora de la cobertura de muchas noticias. En eso estamos.

―¿Cómo es la relación con la comunidad de pescadores?

―No tenemos una relación particular con ninguna comunidad de pescadores de la zona. Es un sector muy muy precarizado, y no siempre es fácil acceder a conversar con ellos. Con los años pudimos identificar algunos referentes que se fueron convirtiendo en fuentes confiables y en personas de consulta. Luego, como siempre, todo depende un poco de la suerte y otro poco de la insistencia para encontrar interlocutores válidos.

―¿Cuáles son las principales amenazas que existen en torno al ecosistema a partir de la crisis ecológica?  

―El delta del Paraná está atravesado por una multiplicidad de tensiones antrópicas, muchas de ellas muy antiguas y tradicionales, ya que es un territorio muy rico que está habitado y que ha sido intervenido desde tiempos muy antiguos, tanto por comunidades de pueblos originarios como luego por colonizadores y habitantes que fueron instalándose en sus islas y costas. La agricultura y ganadería; las explotaciones turísticas; la pesca; la caza; los usos recreativos; la navegación; la extracción de materiales para la construcción; la captación de agua dulce, y el vertido de efluentes cloacales, pluviales e industriales son algunas de estas tensiones, que se convierten en problemáticas cuando saltan de una escala artesanal a otra industrial o directamente extractivista. Todo esto, en un marco de crisis ecológica global de la cual el calentamiento del planeta es la cara más visible, termina presionando la propia identidad natural de este humedal. 

―¿Cómo se conformó el equipo de trabajo para poder llevarlo a cabo?  

―Armamos un equipo chico. Desde hace muchos años, trabajo junto con Celina Mutti Lovera, gran fotorreportera. Ella hizo las fotos, los videos y el diseño general del trabajo. También se sumó Saskia van Drunen, ilustradora holandesa muy talentosa que conoce muy bien esta zona. La programación y el diseño de la web estuvo a cargo de Renzo Costarelli.

―¿Qué tipo de financiación tuvo el proyecto?  

―Financiar proyectos es, quizá, la parte más difícil de todas. En su mayoría, fue autofinanciado por mis otros trabajos. Algunos políticos hicieron aportes, y solo conseguí un monto de una empresa privada. Básicamente, fue un trabajo autofinanciado.

―¿Cuáles son las posibilidades narrativas de generar este tipo de investigaciones por fuera de los medios tradicionales?  

―¡Las posibilidades son todas! La tecnología ofrece infinitas opciones de diseñar y articular proyectos así. El problema mayor, insisto, es encontrar quien financie el trabajo, que lleva tiempo y esfuerzo.

―¿Has trabajado en red con otras instituciones para la distribución y difusión del trabajo?

―El trabajo cuenta con tres avales institucionales: el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, la Fundación Humedales y la Universidad Nacional de Rosario. Todavía estamos armando las redes para difundirlo y circularlo. 



*Jorgelina Hiba es periodista especializada en ambiente y en temas agropecuarios. Vive y trabaja en Rosario, Argentina. Es editora de la web de noticias ambientales www.dosambientes.net, autora de la investigación periodística www.paranaextremo.ar, colaboradora en medios nacionales e internacionales y columnista de temas ambientales en la radio de la Universidad Nacional de Rosario.

 

Ver todas