Foto: Daniel Tong
General | 19 mar 19
La combinación de los posesivos mío, nuestro, tuyo… con cierto número de adverbios que indican relaciones espaciales y temporales es un motivo frecuente de duda, por lo que se exponen a continuación una serie de claves.
La regla general básica —que se aplica a encima, debajo, delante, detrás, dentro, fuera, enfrente, cerca, lejos, antes y después— es la siguiente:
• delante de mí, cerca de ti, detrás de ellos… Esta variante pertenece a la lengua común de todo el mundo hispanohablante y es la recomendable por ser la más aceptada.
• delante mío, cerca tuyo, detrás suyo… El empleo del posesivo está muy difundido en muchos países y está cada vez más asentado en todos los registros de la lengua, incluso en la escrita, aunque muchos hablantes cultos lo perciben como incorrecto.
• delante mía, cerca tuya, detrás suya… Esta forma, con el posesivo en femenino, es mucho menos frecuente, no se usa con todos los adverbios y es la más desprestigiada.
El Diccionario argentino de dudas idiomáticas, de la Academia Argentina de Letras, admite como correcta solo la primera de estas tres variantes: el adverbio seguido de un complemento introducido por la preposición de seguida de un pronombre personal (delante de ella).
Además, conviene tener presentes las siguientes observaciones:
• alrededor de. En este caso, es parte de la lengua general el empleo de los posesivos mío, tuyo, suyo…, pues se trata de la contracción de la partícula al y el sustantivo, hoy muy poco usado, rededor.
• en contra de. Dado que contra aquí es un sustantivo femenino, el posesivo pospuesto ha de concordar con él en femenino, por lo que no ofrecen problema alguno los giros en contra mía, tuya, suya…, como tampoco lo tienen las construcciones similares a costa mía, de parte tuya, en presencia suya, a pesar nuestro, en torno suyo o al lado mío.