Foto: Sten Nijssen.
Medioambiente y meteorología | 02 ene 20
La palabra hábitat, no hábitad, es la forma adecuada para designar el ‘lugar de condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o comunidad animal o vegetal’.
Sin embargo, en los medios de comunicación se encuentran frases como «Una de las principales causas de la drástica disminución en la población de los koalas es la fragmentación y destrucción de su hábitad», «Por primera vez, lograron fotografiar a un leopardo negro en su hábitad natural» o «La jefa de Desarrollo Territorial y Hábitad, María Eugenia Bielsa, está dentro el grupo de dirigentes que se acercó a Fernández».
El término hábitat, procedente del latín, pero introducido en el español a través del inglés, se escribe con tilde en la primera a por ser una palabra esdrújula (no habitat). Su plural es hábitats (los hábitats y no los hábitat). El uso de la forma errónea terminada en d, hábitad, probablemente se deba a una confusión con la palabra habitad, segunda persona del plural (vosotros, vosotras) del imperativo del verbo habitar.
Así, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Una de las principales causas de la drástica disminución en la población de los koalas es la fragmentación y destrucción de su hábitat», «Por primera vez, lograron fotografiar a un leopardo negro en su hábitat natural» y «La jefa de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, está dentro el grupo de dirigentes que se acercó a Fernández».