Foto: Davidson Luna.
Salud y asuntos sociales | 13 oct 20
El neologismo aporofobia está bien formado y se considera un término válido en español para hacer referencia al odio, miedo, repugnancia u hostilidad ante el pobre, el que no tiene recursos o el que está desamparado.
En los medios de comunicación se encuentran frases como «La aporofobia alimenta el rechazo a inmigrantes y refugiados», «La aporofobia es un atentado diario contra la dignidad y el bienestar de las personas» o «El Senado español aprobó una moción en la que pide la inclusión de la aporofobia como circunstancia agravante en el Código Penal, todas válidas».
La palabra aporofobia —formada a partir de la voz griega á-poros, ‘sin recursos’ o ‘pobre’, y fobos, ‘miedo’— fue incorporada al Diccionario de la lengua española en 2017 con el significado de ‘fobia a las personas pobres o desfavorecidas’. El término fue acuñado por la filósofa Adela Cortina en los años noventa para diferenciar esta actitud de la xenofobia o el racismo. Al tratarse de un nombre común, se escribe con minúscula. No es necesario resaltarlo con cursiva ni comillas.
Se recuerda además que lo apropiado es utilizar la forma aporofobia, y no aporafobia, voz que tiene cierto uso, pero que etimológicamente no se considera válida.