Foto: Daniel Schludi.
Salud y asuntos sociales | 28 jun 21
Las cepas de virus no son lo mismo que las variantes, por lo que se recomienda distinguir estas dos palabras.
En los medios de comunicación es muy común llamar cepa a lo que realmente es una variante, como se comprueba en los siguientes ejemplos: «La vacuna de AstraZeneca es eficaz contra la cepa india del coronavirus», «La cepa detectada en India es la que más temor genera actualmente en Europa», «Coronavirus: detectan la cepa británica en Santa Fe» o «Un informe oficial confirmó que ya hay transmisión comunitaria de la cepa británica del coronavirus».
Tal como señala el Diccionario de la lengua española, una cepa es un ‘grupo de organismos emparentados, como las bacterias, los hongos o los virus, cuya ascendencia común es conocida’. El Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, puntualiza que estos conjuntos de organismos presentan rasgos comunes, determinados genéticamente, aunque sin constituir una variedad o subespecie.
El concepto de cepa implica un comportamiento diferente de un virus respecto del virus original. Este cambio de comportamiento debe ser significativo para que una variante se considere una cepa, y esto no ha ocurrido hasta ahora en la actual pandemia.
En el caso concreto del coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave, hay dos cepas: la que provoca la enfermedad conocida como SARS o SRAG, que apareció hace dos décadas, y la que provoca la COVID-19. La primera se identifica como SARS-CoV (o SARS-CoV-1) y la segunda, es decir, la que se ha extendido actualmente, como SARS-CoV-2.
Por ello, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «La vacuna de AstraZeneca es eficaz contra la variante india del coronavirus», «La variante detectada en India es la que más temor genera actualmente en Europa», «Coronavirus: detectan la variante británica en Santa Fe» y «Un informe oficial confirmó que ya hay transmisión comunitaria de la variante británica del coronavirus».