Foto: Casa Rosada.
Asuntos jurídicos, políticos y administrativos | 16 ago 22
La voz homólogo, mejor que contraparte, es la recomendada para aludir a las personas o entidades que tienen funciones equivalentes.
Es muy común encontrar en las noticias contraparte con este sentido: «Boric sostendrá una reunión con su contraparte argentino, Alberto Fernández, en la Casa Rosada», «Cada jefe de Estado negocia con su contraparte los términos de un arreglo internacional» o «Se produjeron reuniones entre los ministros chilenos con sus contrapartes argentinos».
Como explica el Diccionario de la lengua española, homólogo es un adjetivo, que se puede emplear también como sustantivo, con el significado de ‘correspondiente o equivalente a otra persona o cosa por tener algunas características relevantes comunes’. En cambio, contraparte es la ‘persona o grupo de personas que se opone a otra’ y la ‘parte opuesta o contraria a algo o a alguien, especialmente en un proceso judicial’.
El Diccionario de americanismos recoge la segunda de estas voces con el sentido de ‘individuo u organismo cuya actividad es paralela a la de otros, con características afines’, con la indicación de que procede del inglés counterpart. No obstante, la posibilidad de que se interpreten de modo equívoco las noticias sobre reuniones o encuentros en los que no hay oposición hace preferible, por claridad y precisión, el empleo de homólogo.
Así, en los ejemplos anteriores, en los que se transmite la idea de colaboración y de acuerdo, habría sido preferible escribir «Boric sostendrá una reunión con su homólogo argentino, Alberto Fernández, en la Casa Rosada», «Cada jefe de Estado negocia con su homólogo los términos de un arreglo internacional» y «Se produjeron reuniones entre los ministros chilenos con sus homólogos argentinos».