fortísimo y fuertísimo, pobrísimo y paupérrimo, pares de superlativos
General | 19 feb 18
Algunos adjetivos en español admiten dos formas superlativas diferentes: así, fuerte puede formar fuertísimo, considerado popular, y fortísimo, y pobre da lugar tanto a pobrísimo como a paupérrimo.
En los medios de comunicación se encuentran ejemplos como «Puede que una de las razones que explique esto tenga que ver con la fuertísima presencia de fuerzas de seguridad en la zona», «Varios ríos se salieron de su cauce y los fortísimos vientos derribaron árboles y dañaron viviendas y construcciones», «En el complemento, el conjunto auriazul siguió dejando una imagen paupérrima» o «La respuesta colectiva e individual de los jugadores de Vélez fue pobrísima», todos válidos.
El Diccionario de la lengua española señala que el adjetivo fuerte puede presentar dos superlativos: el regular fuertísimo, considerado popular o conversacional según la Gramática, y el irregular y culto fortísimo. Del mismo modo, a partir del adjetivo pobre se forman los superlativos pobrísimo y la variante culta paupérrimo.
La Academia recoge otros dobletes similares, como ocurre con los adjetivos cierto, antiguo o reciente, entre otros, cuyos posibles superlativos son ciertísimo o certísimo, recientísimo o recentísimo, nuevísimo o novísimo, lejísimos o lejísimo, respectivamente.
Se recuerda que, si bien la mayoría de los adjetivos forman el superlativo con el sufijo –ísimo, los que utilizan el sufijo -érrimo parten de un adjetivo que incluye la letra erre en la última sílaba: libre/libérrimo, negro/nigérrimo (también es válido y más frecuente negrísimo), mísero/misérrimo…