Foto: Thibault Penin.
Arte, cultura y espectáculos | 23 may 23
Seriéfilo, mejor que seriófilo, es un neologismo válido para aludir a las personas aficionadas a las series.
En algunos medios de comunicación se pueden leer frases como las siguientes: «No hay límites para la devoción seriófila», «Dentro del universo seriófilo, se pueden encontrar cada vez más ficciones para engancharse» o «Los Ángeles y Nueva York son las ciudades que más visitantes cinéfilos y seriófilos reciben».
De manera análoga a cinéfilo, el adjetivo seriéfilo se ha formado a partir del sustantivo serie y el sufijo -filo, que significa ‘amigo’ o ‘amante’ de algo. Se trata, como el sustantivo seriefilia —que designa la afición por este tipo de productos audiovisuales—, de un término bien formado conforme a las pautas de creación de palabras del español y no es preciso resaltarlo con cursiva ni comillas. Es una palabra esdrújula, por lo que se escribe con tilde en la segunda e.
Se desaconseja la forma seriófilo porque, aunque no es incorrecta, introduce una o que hace menos claro el significado.
Así, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «No hay límites para la devoción seriéfila», «Dentro del universo seriéfilo, se pueden encontrar cada vez más ficciones para engancharse» y «Los Ángeles y Nueva York son las ciudades que más visitantes cinéfilos y seriéfilos reciben».