cuidacoches

cuidacoches y limpiavidrios, mejor que trapito

Salud y asuntos sociales | 22 feb 18

 

Las palabras cuidacoches y limpiavidrios son las formas recomendadas que recoge el Diccionario académico para referirse a la ‘persona que vigila automóviles aparcados en la vía pública a cambio de una propina’ y a la ‘persona que por oficio limpia cristales’, respectivamente.

Están formadas de acuerdo a las normas académicas de formación de palabras: por un verbo en tercera persona del presente de indicativo (cuida y limpia), seguido inmediatamente un sustantivo plural (coches y vidrios). Son voces invariables: el cuidacoches, los cuidacoches; el limpiavidrios, los limpiavidrios. Se escriben sin dejar espacio ni colocar guión entre las palabras que la forman.

Es frecuente encontrar en los medios de comunicación frases como «La Municipalidad regulará la actividad de los trapitos en la avenida Pellegrini», «Pelea de trapitos en pleno bulevar terminó con un detenido» o «Ni bien ven una cámara de fotos y una libreta de periodista, los cinco trapitos del semáforo más próximo al casino piden ser escuchados».

Se recomienda evitar el uso del diminutivo de la palabra trapo, trapito, para referirse a los ciudacoches o los limpiavidrios, por su matiz despectivo. El primer significado de trapo registrado en el Diccionario académico es ‘pedazo de tela desechado’, y la mayoría de las expresiones de las que forma parte la palabra son negativas, degradantes o despectivas: como a un trapo es tratar ‘con desprecio o de forma humillante’; hecho un trapo significa estar ‘derrotado, deprimido o trastornado’; ser un trapo es ‘no tener ningún valor o no servir para nada’. Además, el diminutivo se utiliza para señalar el carácter pequeño, incluso insignificante, de algo o alguien.

En los ejemplos anteriores hubiera sido preferible escribir «La Municipalidad regulará la actividad de los cuidacoches en la avenida Pellegrini», «Pelea de cuidacoches en pleno bulevar terminó con un detenido» y «Ni bien ven una cámara de fotos y una libreta de periodista, los cinco limpiavidrios del semáforo más próximo al casino piden ser escuchados».

 

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