Imagen: Matt Howard.
Medioambiente y meteorología | 15 ago 23
En las noticias sobre incendios forestales es frecuente el uso inapropiado de ciertos términos y expresiones. A continuación se hacen algunas precisiones al respecto:
Incendiario es quien ‘incendia con premeditación, por afán de lucro o maldad’; no es sinónimo de pirómano, ‘alguien que padece una enfermedad por la que disfruta provocando fuegos y viendo las consecuencias del incendio’.
Se aconseja emplear la expresión incendio intencionado para aquellos generados con la voluntad expresa de hacer arder una zona. La expresión incendio provocado es más amplia y se aconseja que vaya acompañada de la causa (provocado por una chispa, provocado por una quema de rastrojos, provocado por un rayo…).
Los incendios se pueden propagar (‘extender, dilatar o aumentar algo’), pero en ningún caso se propalan, ya que este verbo significa ‘dar a conocer o difundir algo oculto o poco conocido’.
Un incendio controlado es aquel que se ha conseguido aislar y cuyo avance y propagación se ha logrado detener, y un incendio estabilizado es el que evoluciona dentro de unas líneas de control establecidas.
La expresión orografía del terreno es redundante, ya que la orografía es ‘el conjunto de montes de una comarca, región o país’, y por lo tanto en ella ya está implícita la idea de terreno.
La expresión incendio virulento es válida para aludir a los fuegos devastadores o que se propagan con rapidez.
El sustantivo efectivo alude, según el Diccionario de la lengua española así como también la mayor parte de los diccionarios, al ‘conjunto de integrantes de una unidad de carácter militar o similar’, aunque se ha extendido su uso, y no es censurable, para referirse a un número determinado de los integrantes de ese conjunto: «100 efectivos luchan contra los incendios en la región».
Asolar, con el significado de ‘arrasar o destruir un lugar’, admite dos conjugaciones, una regular y otra irregular (asola y asuela).
De acuerdo con las normas generales de escritura de los prefijos, la voz macroincendio se escribe en una sola palabra, sin espacio ni guion entre el elemento compositivo macro- y el sustantivo incendio.
El verbo perimetrar es un derivado correctamente formado a partir del sustantivo perímetro. Las fuerzas de seguridad y otros cuerpos, como los agentes forestales, lo emplean habitualmente con el sentido de establecer un perímetro, es decir, de delimitar el contorno de algo, por ejemplo de una barrera de seguridad.
La expresión riesgo de incendio extremo es ambigua, ya que lo extremo puede ser tanto el riesgo como el incendio. Cuando lo que se quiera expresar es que el riesgo de incendio es muy elevado se recomienda emplear la alternativa riesgo extremo de incendio, que evita ambigüedades innecesarias y facilita la comprensión del mensaje.
La expresión incendio latente, que hace referencia al fuego que continúa ardiendo bajo tierra y que puede volver a prender la superficie seca pasado un tiempo, es preferible a la alternativa incendio zombi. Con este sentido, también son adecuadas las expresiones incendio de subsuelo o incendio remanente.